Jorge Riechmann

Emigrante muerto, por Cristóbal Toral

Jorge Riechmann (Madrid, 1962) cree en una poesía que acompañe al ser humano, que sirva de indagación crítica en la realidad de su tiempo. A la poesía consoladora y melancólica, que busca gustar, prefiere aquélla, desconsolada y rabiosa, que necesita ser dicha.

OTRO RITMO POSIBLE

Un buen verso
no sacia el hambre.

Un buen verso
no construye un jardín.

Un buen verso
no derriba al tirano.

Un verso
en el mejor de los casos consigue
cortarte la respiración
(la digestión casi nunca)

y su ritmo insinúa otro ritmo posible
para tu sangre y para los planetas.

Poesía practicable, 1992.


Anacreónticas

Figura de Dionisos, mármoles del Partenón, siglo V a. C.

Las Anacreónticas de la Antología Griega o Palatina son poemas breves a imitación de los del poeta Anacreonte (h. 570 a. C. – h. 485 a. C.), compuestos entre los siglos III a. C. y VI d. C., y centrados en la exaltación del amor y el vino.

DADME LA LIRA DE HOMERO

Dadme la lira de Homero,
pero sin cuerdas sangrientas.
Traedme copas rituales,
y haré la debida mezcla.
Bailaré como un beodo,
y, con locura serena,
al son del laúd cantando,
al vino le haré un poema.
Dadme la lira de Homero,
pero sin cuerdas sangrientas.


Harold Alvarado Tenorio

haroldalvaradotenorio

La exaltación del cuerpo, de la juventud, de la belleza, es central en la poesía del colombiano Harold Alvarado Tenorio (1945), una poesía que pretende romper con los esquemas ideológicos tradicionales, al mismo tiempo que generar placer en el lector.

LA POESÍA

¿Qué eres sino la visión de la noche?

Todo lo nocturno te pertenece.

Invitas a los espléndidos banquetes de los sueños
y a las no menos espléndidas vigilias de la realidad.

Viajas con el hombre y la mujer como si fueras
la llama de sus ojos, el bordón de su felicidad
o el humo espeso de los amaneceres.

Para ti, madre del dolor, sólo hay gloria y pesar,
el mediodía no está escrito en tus agendas.

Ninguna otra cosa eres, poesía,
que la más alta sima donde el loco,
los mortales,
los desheredados de la suerte y la fortuna,
encuentran cobijo.

Tú, la detestada, la leprosa, la purulenta,
eres la mejor de las hembras
la mejor madre
la mejor esposa
la mejor hermana
y la más larga y gozosa de las noches.

Libro del extrañado, 1985.


Ana Rossetti

Danza cubana, de Isabel Muñoz

Un erotismo trasgresor y un esteticismo culturalista, que se nutre de mitos clásicos y cristianos, y también de otros más modernos, como los poetas románticos, el cabaret y el teatro, caracterizan la obra de la gaditana Ana Rossetti (1950).

AUN LA ESCRITURA DEJA ATRÁS SUS RENGLONES DESATANDO SU INCONTENIBLE ESTELA…

Aun la escritura deja atrás sus renglones desatando su incontenible estela:
impronta que reseca su lacada herida;
sentimientos que se alejan hasta desvanecerse, hasta abismarse, veloces en
[las ráfagas nubladas del principio.
Conforme crece se empequeñecen sus vagones de carga perecedera: imágenes
[que se convierten en reflejo;
consignas que acumulan sus escombros, que domestican sus significados hasta
[que deja de ser.
Irreversiblemente, las palabras, mientras avanzan, mientras se abren camino
[en el vacío, mientras su máquina demoledora persigue los instantes,
van empapando, absorbiendo el agua de la clepsidra.
Van acortando el lápiz, acelerando su consunción, al intentar organizar la
[pervivencia.
Van desposeyéndose, transformándose, escapando en tanto apresan y
[precisan y detienen.
Pues seguir no es sino dejar atrás, pasar la llana al compás de los péndulos,
[ahondar la saeta en el último tramo, fingiendo desdeñar, o desmentir,
[el pacto que liga la fragilidad a la existencia.

Punto umbrío, 1995.


Oliverio Girondo

Pareja con guitarra, de Luis Seoane

La poesía del argentino Oliverio Girondo (1891-1967), vinculada en sus inicios al ultraísmo, destaca por su continua experimentación lingüística: tropos audaces, ritmos extraños, juegos ingeniosos, incursiones en el feísmo neobarroco y el surrealismo…

RESTRINGIDO PROPÓSITO

Demasiado corpóreo,
limitado,
compacto.

Tendré que abrir los poros
y disgregarme un poco.

No digo demasiado.

Persuasión de los días, 1942.