Luis de Góngora

Las Meninas, de Diego de Velázquez

El cordobés Luis de Góngora y Argote (1561-1627) es el máximo representante del culteranismo, corriente de la poesía barroca que busca la belleza formal mediante un estilo suntuoso, abundante en metáforas, latinismos, voces sonoras, hipérbatos y alusiones mitológicas.

CONVOCA LOS POETAS DE ANDALUCÍA A QUE CELEBREN AL MARQUÉS DE AYAMONTE

Cisnes de Guadiana, a sus riberas
Llegué, y a vuestra dulce compañía,
Cuya suave métrica armonía
Desata montes y reduce fieras;

No a escuchar vuestras voces lisonjeras,
Sino al segundo ilustrador del día
Consagralle la humilde Musa mía,
Que cantó burlas y eterniza veras,

Al Apolo de España, al de Ayamonte
Culto honor. Si labraren vuestras plumas
Digna corona a su gloriosa frente,

Flores a vuestro estilo dará el monte,
Candor a vuestros versos las espumas
De Helicona darán y de su frente.

1607


Karmelo C. Iribarren

La poesía de Karmelo C. Iribarren (San Sebastián, 1959), realista y coloquial, trata sobre las escenas de la vida cotidiana, sobre las preocupaciones de un sujeto poético ante el sexo y el amor, la edad, la aceptación de un mundo y una sociedad mal hechos.

LA FUNCIÓN DE LA POESÍA

La función
de la poesía
en nuestra sociedad,
ha sido el tema estrella
(durante un par de días)
en simposios, mesas orondas
y demás zarandajas,
a cargo
de eminencias con-
trastadas
en el manejo de las lenguas.

Parece ser
que les ha hecho
buen tiempo,
y que no ha habido
heridos de importancia.

La condición urbana, 1995.


Gioconda Belli

Mujer 1, de Nina Bebout

Gioconda Belli (1948) es una de las grandes voces de la literatura nicaragüense. Partícipe de la revolución sandinista, en su poesía se revela ese mismo espíritu insurrecto en su incesante búsqueda de la identidad femenina y el encuentro con la conciencia social. El goce de ser mujer, el erotismo, el compromiso político y vital son sus principales temas.

CREDO

Creo que mi poesía nace de la felicidad,
de esa conciencia dolorosa de ser feliz
sin motivo, ser feliz como una necesidad
intransigente que no admite los momentos
de tristeza, que exige la risa, el sol,
a lo largo de todos los días, en los ratos
más inesperados porque para escribir
necesito ser feliz, sentirme como un
caballo relinchón, explotar las palabras
como malinchazos, llenarme de maleza cos-
quillosa hasta el borde, hasta que se me
salga el alma, el goce que me hace poeta.

Sobre la grama, 1974.


Gabriel Celaya

El ahogado, de Emilio Sánchez Cayuela

A pesar de sus incursiones en el surrealismo o la poesía experimental, el guipuzcoano Gabriel Celaya (1911-1991) es sobre todo el primer adalid de la poesía social de posguerra. Su poema “La poesía es un arma cargada de futuro” se convirtió en el más conocido manifiesto de esta corriente.

DERIVA

Son poemas, poemas;
son los entusiasmos que para bien nos mienten,
los hundimientos siempre superables,
los errores que quizá no sean errores.

Es el motor de explosión «hombre»,
los fácil-felizmente caprichos sucesivos,
la melancolía con demoras sensuales,
unos versos, restos de cierta hermosa anchura.

Son los grandes gritos por pequeñas causas,
una amada, el deseo que al fin dice su nombre,
y una fecha, un lugar, un sobresalto:
Dios fotografiado al magnesio.

El brillante delirio de una rosa impalpable,
el yo que ahora resulta que realmente existe,
los mil fuegos cambiantes de un anhelo sin meta:
un ala retenida, pero que palpita.

Son las cabezudas evidencias de un niño
hidrocéfalo y tierno que, triste, sonríe;
las muchachas que mueren porque son impalpables,
las balanzas nocturnas, casi musicales.

Aquí peticiones de principio cantan.
Días suman días: yo derivo versos,
versos engañosos que no acaban nunca,
versos que quisieran morderse la cola.

Resbalo en mí mismo cambiando de nombre,
cambiando de forma, cambiando el futuro.
Es el amor –se entiende– o bien –no se entiende–
la libertad abierta: vivir de entregarse.

La música y la sangre, 1936.


Juan Gelman

Chacareros, de Juan Carlos Castagnino

La poesía de Juan Gelman (Argentina, 1930-2014), narrativa y coloquial, comprometida y renovadora, está cargada de ternura e ironía, de dolor y violencia. Abierta a los más diversos registros (el habla familiar o infantil, el lenguaje del tango, la poesía mística, el sefardí…), pretende dar cuenta del vivir entero con sus fracturas, sus quiebres y fronteras.

¡QUIÉN PUDIERA AGARRARTE POR LA COLA…!

¡Quién pudiera agarrarte por la cola
magiafantasmanieblapoesía!
¡Acostarse contigo una vez sola
y después enterrar esta manía!
¡Quién pudiera agarrarte por la cola!

Violín y otras cuestiones, 1949-1956.