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Rodolfo Godino

Síntesis, de Eliana Molinelli

En la poesía de Rodolfo Godino (Argentina, 1936-2015), la reflexión sobre el oficio mismo de poeta es también indagación sobre el sentido de la vida y del lugar del hombre en el mundo. Gracias a una eficaz adjetivación, Godino logra originales amalgamas de prosaísmo y lirismo.

ARTE POÉTICA

El poema busca la mediación:
su móvil aura se anuncia
a la conciencia expandida.
Cuando el desorden refluye,
para encarnarse baja, tránsito
que no cambia ni redime:
sólo hunde la carga que transfiere.

Sin instrucción sobre su curso,
orientado por percepciones,
no circunstancias,
se trama, trastornando todo plan:
ya ha sido fijado por legiones
a las que su clave se otorgó
y con ella la dilución de la vida.

La vida por un murmullo inmortal.

Gran cerco de sombras, 1982.


Alberto Blanco

Para Alberto Blanco (México, 1951), la poesía es una forma de penetrar en el misterio, de “ir más allá de los lugares comunes del lenguaje, y de la sensibilidad y el pensamiento”.

EN DEFENSA DE LA POESÍA

Recuerdo un pensamiento
relativo a los grillos.

Su clamor es inútil
y es triste su jornada
no tienen auditorio
ni les sirve de mucho
la fricción de sus élitros
y el viento de sus alas.

Pero sin la señal
cifrada en cada brizna
persuasiva y hermosa
que entre ellos se trasmiten
la noche no sería
–para los grillos– noche

y la vida sin traza
de belleza sería
en la noche desierta
punto menos que nada.

Canto a la sombra de los animales, 1988. En El corazón del instante, 1998.


Ángel Guinda

El bosque, de José Hernández

La poesía de Ángel Guinda (Zaragoza, 1948-Madrid, 2022) expresa mediante el uso de la ironía y la paradoja los desvelos y misterios de la existencia humana. Es, en palabras de su autor, “conciencia con ciencia”.

HACIA UNA POÉTICA

No siempre la claridad viene del cielo.

Escucha sólo tu música cuando cantes,
por oscura que sea y espinosa.

Que la luz te ensordezca,
que no te ciegue el ruido.

Y tu obra
sea más que tu vida,
porque te contramuera.

Vida ávida, 1980-1990.


Emilio Quintana

Rareza del siglo, de Ángel Mateo Charris

Para el granadino Emilio Quintana (1964), la poesía consiste en “hacer anotaciones al margen de ese álbum de fotos que es la vida”. Imaginativo y provocador, destaca entre los poetas de su generación por su insólita lectura de la tradición y el rescate de ciertos “poetas menores”, categoría a la que aspira.

EL MAL POETA

Tantas tardes leyendo a Baudelaire.
Tanto esfuerzo para ir de maldito.
Las peleas con mi padre,
que nunca comprendió
por qué yo le llamaba
Aupick y no Quintana.
Aquella temporada en que me puse
a buscar una mulata
por amante.
Y en Loja.
Fue cuando me di cuenta
de que la castidad no era lo mío.
Aquella novia belga que perdí.

Pero soy un Quintana,
un poeta burgués y provinciano.
Un tipo que se aburre
–como todos ustedes–
y en vez de hacer turismo
escribe versos. Alguien
que poco a poco va aceptando
que a nadie le hace falta,
afortunadamente:
y menos
a la historia de la literatura.

En fin, ya lo están viendo,
una vergüenza.

Las leyes de la herencia, 1992.


Arturo Gutiérrez Plaza

Juglar III, de Edgar Álvarez Estrada

La poesía de Arturo Gutiérrez Plaza (Venezuela, 1962) investiga los mensajes, las huellas y los recados que se hallan ocultos en la realidad más cotidiana. Los personajes y objetos que pueblan sus versos son un símbolo de la soledad y fragilidad del hombre contemporáneo.

ALMORZANDO EN UN BURGUER KING

Escribir un poema en una servilleta
–como éste que ahora escribo–
sentado en una mesa blanca y rosada
–como ésta en que estoy sentado–
comiendo una hamburguesa “Big King”
con papas fritas y coca-cola
–como la que como, mientras hago
una pausa en lo que escribo–
no puede terminar de otra manera
que con la frase final del ticket
que está sobre mi bandeja:
“Have a nice day < smile >
–como la sonrisa de la cajera,
la instantánea y única musa de este poema–

Apuntes sobre un sobre sin abrir, inédito. En Zur Dos: última poesía latinoamericana, 2004.