Gea en acción, de Aurora Valero

Para Jaime Siles (Valencia, 1951), el poema es “un modo nuevo de mirar el mundo a partir de una mezcla de percepción, sorpresa y extrañeza”. En sus primeros libros, Siles se deja seducir por la poesía pura, la poética del silencio, la metapoesía y el minimalismo. Posteriormente, evoluciona hacia una poesía más vitalista y de preocupaciones existenciales.

ÁNGULOS MUERTOS

I

Vivir al otro lado del poema
y no en la realidad, que es su reflejo.
Cruzar por esas calles
que están al otro lado de la vida.
Mirar sus parques y sus plazas
llenas de luz en las mañanas ebrias.
Sentir el movimiento de las hojas
dentro de un aire inmóvil, circular.
Ver el destello de las aguas
de un río que discurre sin principio ni fin.
Ignorar lo que sé,
pensar que ya no existo.

II

Vivir la vida del poema,
resbalar por su voz,
por su respiración,
por su saliva.
Sentir la tinta
llegar a su raíz originaria,
escuchar el sonido de sus velas,
oler el perfume de su vegetación,
sumergirse en sus sones,
sus latidos, sus algas,
saber lo que pasó,
lo que no pudo ser,
lo que no ha sido.
Pero saberlo como fue:
libre de los confusos pliegues
del lenguaje, de la cultura,
de las estatuas.
Libre de todo.
Libre, sobre todo, de mí.
Donde no existan
ni signos ni palabras.
Donde no exista nada.
Donde sólo la nada
sea el idioma de Dios.

III

En esa nada pura
donde vive el poema
estar como de tránsito,
de viaje, de fiesta, de visita.
Estar como de paso
como se está en el yo.
Vivir en el poema
el otro lado del poema.
Vivir la vida del poema
en el continuo tránsito del yo.

Himnos tardíos, 1999.

LABOR LIMAE

Pulo una difícil forma poemática.
En ella no estoy yo,
pero lo soy a veces, cuando,
desde las piedras
lanzadas a lo oscuro, brota
un sonido dulce desde la oscuridad.
Lo oigo como un ciego
escucha en su penumbra
la canción de unos pasos:
algo que ignoro llega
desde un punto que no tiene lugar.
La palabra nos hiere
y nunca somos la sombra de sus pasos.
Otro es quien los recorre.
Como todo en la vida,
también este poema
se nos escapará.

Pasos en la nieve, 2004.