La poesía de juventud de Michèle Najlis (Nicaragua, 1946), rebelde y exaltada, participa del sueño colectivo de la revolución. En sus últimos libros, evoluciona hacia una poesía meditativa y amorosa, formalmente más elaborada.
QUIERO UN POEMA SENCILLO Y BUENO…
Quiero un poema sencillo y bueno
como el pan,
caliente y oloroso
con ese olor de gente,
de harina,
de manos amasando
y de un gran fuego rojo en el cielo del horno.
Quiero decirte: Ven,
mi pan es tuyo
¿no ves qué manos lo amasaron?
¿no ves que un mismo amor lo ha cocido
y que mis manos y las tuyas
estuvieron juntas en la panadería?
¿No ves que venimos amasando pan
desde el primer grano que sembramos?
Ven:
compartamos el pan y la esperanza
aunque el dolor sea largo
y la angustia infinita.
El viento armado, 1969.