Pierre de Ronsard (1524-1585), el más importante poeta del Renacimiento francés, formó parte de La Pléyade, grupo de poetas que intentaron revitalizar la lengua y la literatura francesas inspirándose en los clásicos latinos y en Petrarca.
CON LAURELES Y MIRTOS HOJA A HOJA TRENZADOS…
Con laureles y mirtos hoja a hoja trenzados,
cuando Helena tejía una bella corona
me llamó por mi nombre: recibid este don,
a mí sola, Ronsard, cantaréis en la vida.
Escuchándola, Amor, con sus férreos dardos
me entra Helena en el pecho, me hace ser su cantor:
que un asunto tan fértil no sorprenda a tu pluma,
cuanto más grande el tema, morirás más cual cisne.
Dijo Amor, y tocó con sus alas mi cuerpo.
Oí el ruido de su arco y las hojas eternas
de los mirtos sentí agitarse en mi frente.
Adiós, musas, adiós, a vosotras renuncio.
Mi Parnaso es Helena, y si tengo esta amada
será mío el laurel, no es posible el fracaso.
Sonetos para Helena (1574), I, 56. Traducción de Carlos Pujol.
DE MYRTHE ET DE LAURIER FUEILLE À FUEILLE ENSERREZ…
De Myrthe et de Laurier fueille à fueille enserrez
Helene entrelassant une belle Couronne,
M’appella par mon nom: Voyla que je vous donne,
De moy seule, Ronsard, l’escrivain vous serez.
Amour qui l’escoutoit, de ses traicts acerez
Me pousse Helene au coeur, et son Chantre m’ordonne:
Qu’un sujet si fertil vostre plume n’estonne:
Plus l’argument est grand, plus Cygne vous mourrez.
Ainsi me dist Amour, me frappant de ses ailes:
Son arc fist un grand bruit, les fueilles eternelles
Du Myrthe je senty sur mon chef tressaillir.
Adieu, Muses, adieu, vostre faveur me laisse:
Helene est mon Parnasse: ayant telle Maistresse,
Le Laurier est à moy, je ne sçaurois faillir.
Sonnets pour Hélène, 1574.