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Wislawa Szymborska

Adán y Eva, de Tamara de Lempicka

La poesía de la polaca Wislawa Szymborska (1923-2012) intenta expresar las graves y profundas preguntas sobre el hombre, la vida, la historia y la naturaleza, en un lenguaje muy simple, casi coloquial, carente de énfasis y de pathos.

MIEDO ESCÉNICO

Poetas y escritores.
Porque así es como se dice.
Los poetas entonces no son escritores, sino qué.

Al poeta la poesía, al escritor la prosa.

En la prosa puede haber de todo, hasta poesía,
en la poesía tiene que haber sólo poesía.

Según el cartel que la anuncia
con una enorme P de trazos modernistas,
inscrita en las cuerdas de una lira alada,
tendría yo que volar y no entrar caminando.

¿Y no sería mejor descalza
que con estos zapatos de oferta,
sustituyendo torpemente a un ángel
entre taconeo y rechinado?

Si al menos fuera más larga mi falda, con más vuelo,
y si no sacara yo los poemas del bolso sino de la manga,
fiesta, desfile, gran ocasión,
pim pam pum,
ab ab ba.

Allá en el escenario acecha una mesita
un tanto espiritista y de patas doradas,
y sobre la mesita humea un candelabro.

De eso se desprende
que tendré que leer a la luz de las velas
lo que escribí a la luz de una simple bombilla
tac tac tac a máquina.

Sin preocuparme de antemano
si esto es poesía
y qué poesía,

si de esa en la que la prosa está mal vista,
si de esa que es bien vista en prosa.

Pero cuál es la diferencia,
si sólo se aprecia en la penumbra
sobre un fondo de cortinas rojas
con flecos morados.

Gente en el puente, 1988. Traducción de Gerardo Beltrán.


Delfina Acosta

La poesía de la paraguaya Delfina Acosta (1956) gira en torno a las alegrías y las penas del ser humano. Gracias a la expresión sencilla e íntima de sus versos, que no desdeña el humor o la ironía, consigue comunicar a sus lectores su visión nostálgica, dolorida, de la vida.

DISCÚLPAME…

Discúlpame, si puedes, por mis versos,
Neruda, de mil sábanas poeta,
pues yo no sé escribir cantando al agua,
a aquel frescor primero de la hierba,
igual que tú, en tu Chile de araucarias.
Yo sólo sé escribir palabras quietas
en este pueblo donde todo muere
volviéndose en las manos simple piedra.
Sucede, sin embargo, algunas veces,
que el corazón procura alguna fiesta,
y salgo a andar, alegre y bien vestida,
por el camino y luego estoy de vuelta.
Me ocurre que me río, que mi risa,
igual al llanto mío desespera.
De mi costado izquierdo sale un verso
apasionado y triste que gotea.
Ah… si entonara como tú, Neruda;
si alzara por los vientos los poemas
mejores de mi vida en dulce nota.
Si el verso hablara a Dios sin una queja.
Sollozo sin su madre, fuego triste,
jardín quemado que no dio violeta,
invierno sin cerilla, espectro frío
es todo lo que tengo por cosecha.

Versos esenciales, 2001.


Otto René Castillo

No oigo, No veo, de Daniel Hernández

Me callo, Nunca más, de Daniel Hernández

Los versos de Otto René Castillo (Guatemala, 1936-1967), poeta revolucionario, torturado y quemado vivo por motivos políticos, tienen una clara vocación de denuncia social.

ARTE POÉTICA

Hermosa encuentra la vida
quien la construye hermosa.
Por eso amo en ti
lo que tú amas en mí:
la lucha por la construcción
hermosa de nuestro planeta.

Vámonos patria a caminar, 1965.


Joan Brossa

Poema-objeto, de Joan Brossa

La vanguardia en Joan Brossa (Barcelona, 1919-1998) no está reñida con la cotidianeidad ni con la realidad social. Su concepción de la poesía abarca no sólo la palabra poética: acoge también las artes escénicas y las visuales.

SE COGE UN CABO, SE HACE…

Se coge un cabo, se hace
un lazo y se introduce la cuerda por él,
se le da una vuelta para formar un ojal,
se estira y se pasa por detrás;
se pasa de nuevo por el ojal

y el poema queda apoyado
sobre el nudo.

Poemas civiles, 1961. Traducción de José Batlló.


Ángela Figuera Aymerich

Bautizo, de Isaac Díaz Pardo

Ángela Figuera Aymerich (Bilbao, 1902-1984) fue una de las voces más destacadas de la poesía social en la posguerra, esa poesía que en palabras de la autora “grita con el dolor de todos y denuncia con la rabia de todos”. La reivindicación del papel social y cultural de la mujer es otro de los ejes de su obra.

EL FRUTO REDONDO

Sí, también yo quisiera ser palabra desnuda.
Ser un ala sin plumas en un cielo sin aire.
Ser un oro sin peso, un soñar sin raíces,
un sonido sin nadie…

Pero mis versos nacen redondos como frutos,
envueltos en la pulpa caliente de mi carne.

Mujer de barro, 1948.