Fina García Marruz

Cuatro mujeres en azul, fondo naranja, de Cundo Bermúdez

La poesía de la cubana Fina García Marruz (1923), miembro destacado del grupo Orígenes, se centra en tres temas fundamentales: lo cubano, la memoria y la religiosidad católica. Su poesía es una indagación en los valores culturales y éticos universales.

SI MIS POEMAS…

Si mis poemas todos se perdiesen
la pequeña verdad que en ellos brilla
permanecería igual en alguna piedra gris
junto al agua, o en una verde yerba.

Si los poemas todos se perdiesen
el fuego seguiría nombrándolos sin fin
limpios de toda escoria, y la eterna poesía
volvería bramando, otra vez, con las albas.

Visitaciones, 1970.


Jorge Eduardo Eielson

Paisaje infinito de la costa del Perú, de Jorge Eduardo Eielson

En la trayectoria poética de Jorge Eduardo Eielson (Perú, 1924-2006) es constante la reflexión lúcida sobre el quehacer literario. Su obra es como una red de nudos apretados en los que se cruzan los hilos de las palabras, las vivencias, las intuiciones, las revelaciones…

POESÍA

En mi mesa muerta, candelabros
De oro, platos vacíos, poesía
De mis dientes en ruina, poesía
De la fruta rosada y el vaso
De nadie en la alfombra. Poesía
De mi hermana difunta, amarilla,
Pintada y vacía en su silla;
Poesía del gato sin vida, el reloj
Y el ladrón en el polvo. Poesía
Del viento y la luna que pasa,
Del árbol frondoso o desnudo
Que un fósforo cruza. Poesía
Del polvo en mi mesa de gala,
Orlada de coles, antigua y triste
Cristalería, dedos tenedores.

Reinos, 1944.


Arquíloco

Convidado y música, copa del pintor de Colmar, siglo V a. C.

Arquíloco de Paros (VII a. C) fue maestro del yambo y la elegía. Su poesía cuenta los pesares de su propia vida, como hijo de un noble y una esclava, desdichado en amores y mercenario, y presenta una gran variedad formal.

CÓMO MARCAR EL INICIO DEL BELLO CANTO DEL DIVINO DIONISO…

Cómo marcar el inicio del bello canto del divino Dioniso,
el ditirambo, sé yo, cuando el vino fulmina mis entrañas.

Fragmento 77 D. Traducción de Carlos García Gual.


Juan Nicasio Gallego

Muerte de Viriato, de José de Madrazo

El zamorano Juan Nicasio Gallego (1777-1853) es uno de los representantes de la poesía civil liberal de origen ilustrado, clave en la transición entre Neoclasicismo y Romanticismo.

A MI CARAMILLO

Rómpase ya la mísera flautilla,
que entonando de amor tiernos cantares,
si no aplacó su voz soberbios mares,
supo alegrar los campos de Castilla.

En son festivo el Tormes a su orilla
sonar la oyó sin sustos ni pesares,
y hora escucha sus quejas Manzanares,
y el llanto ve correr por mi mejilla.

Mas si cantar de aquélla solo sabe,
que ya no osa nombrar el labio mío,
la belleza gentil, los garzos ojos;

como mi dicha y mi esperanza, acabe,
y envueltos con mis lágrimas el río
lance al Tajo profundo sus despojos.

1808. Obras poéticas, 1854.


Franklin Mieses Burgos

Largo cubista, de Paul Giudicelli

El poeta dominicano Franklin Mieses Burgos (1907-1976) formó parte del grupo Poesía Sorprendida, que se manifestó a favor de una poesía nacional nutrida en lo universal. La atracción por el surrealismo, al mismo tiempo que por los metros tradicionales y populares, la sensualidad del trópico, la angustia existencial y la rebeldía política son algunas de las constantes de su poesía.

ESTA CANCIÓN ESTABA TIRADA POR EL SUELO

Esta canción estaba tirada por el suelo,
como una hoja muerta, sin palabras;
la hallaron unos hombres que luego me la dieron
porque tuvieron miedo de aprender a cantarla.

Yo entonces ignoraba que también las canciones,
como las hojas muertas caían de los árboles;
no sabia que la luna se enredaba en las ramas
náufragas que sueñan bajo el cristal del agua,
ni que comían los peces pedacitos de estrellas
en el silencio de las noches claras.

Yo entonces ignoraba muchas cosas iguales
que eran todas posibles en la tierra del viento,
en donde la leyenda no es una hierba mala
crecida en sus riberas, sino un árbol de voces
con las cuales dialogan las sombras y las piedras.

Yo entonces ignoraba muchas cosas iguales
cuando aún no era mía
esta canción que estaba tirada por el suelo,
como una hoja muerta, sin palabras;
pero ahora ya sé de las formas distintas
que preceden al ojo de la carne que mira,
y hasta puedo decir por qué caen de rodillas,
en las ojeras largas que circundan la noche,
las diluidas sombras de los pájaros.

Torre de voces, 1929-36.