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Clara Janés

Para Clara Janés (Barcelona, 1940), la poesía es canto y ritmo, a la vez que epifanía y secreto, una música interior que nos aproxima a lo desconocido.

CANTAR ES SÓLO ABRIRSE COMO FUENTE…

Cantar es sólo abrirse como fuente,
manar sin pausa
y desgastar la piedra,
fijar así la historia
o dejarla en los huesos mustiada.
Repetirá mi salmo
mi materia carente ya de logos,
para enunciar mi entrega
mi enamorada y firme mansedumbre.

Ver el fuego, 1993.


Eduardo Milán

Retrato anónimo VII, de Álvaro Amengual

La poesía de Eduardo Milán (Uruguay, 1952) funde la conciencia del lenguaje con la conciencia social y política; el lenguaje literario, con la expresión local.

EL COMPROMISO DEL POETA ES ESCRIBIR UN VASO…

El compromiso del poeta es escribir un vaso
real, algo sublime que sirva para más
que vivir. Vivir no alcanzó nunca.
Pedir esencia, pedir médula, pedir hueso:
pedir endurecimiento de la arena, si la arena
ya es frágil, leve de pie, velo de pie,
es pedir roca caliza, sedimento. Para la sed
de ti desnuda como bajar al Precámbrico.
Algo terrible nos pasó y nos dimos cuenta:
el hueso que pedimos al poema era el mismo
hueso que el hueso de África
aunque quisiéramos roca.
Las arenas de África están llenas de poemas.

Alegrial, 1997.


León Felipe

leonfelipe

Al margen de la poesía deshumanizada de su generación, los versos del zamorano León Felipe (1884-1968) se caracterizan por su tono profético y su contenido político.

PRECEPTIVA POÉTICA

I

Poesía…,
tristeza honda y ambición del alma…
¡cuándo te darás a todos… a todos,
al príncipe y al paria,
a todos…
sin ritmo y sin palabras!…

II

Deshaced ese verso,
quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma…
Aventad las palabras…
y si después queda algo todavía,
eso
será la poesía.

III

Más bajo, poetas, más bajo…
hablad más bajo
no gritéis tanto
no lloréis tan alto
si para quejaros
acercáis la bocina a vuestros labios,
parecerá vuestro llanto
como el de las plañideras, mercenario.

IV

Y si el verso
poetas cortesanos
si el verso como el hombre
no fuese de cristal
sino de barro.

Versos y oraciones del caminante, 1917.


Roberto Sosa

Los desposeídos, de Ezequiel Padilla

La del hondureño Roberto Sosa (1930-2011) es una poesía social, política y de protesta. Sin embargo, está libre de la retórica gracias a su inmediata apelación a la inteligencia del lector a través de la precisión de su diseño y la persuasión moral de su alegato.

ESTA LUZ QUE SUSCRIBO

Esto que escribo
nace
de mis viajes a las inmovilidades del pasado. De la seducción
que me causa la ondulación del fuego
igual
que a los primeros hombres que lo vieron y lo sometieron
a la mansedumbre de una lámpara. De la fuente
en donde la muerte encontró el secreto de su eterna juventud.
De conmoverme
por los cortísimos gritos decapitados
que emiten los animales endebles a medio morir.
Del amor consumado.
Desde la misma lástima, me viene.
Del hielo que circula por las oscuridades
que ciertas personas echan por la boca sobre mi nombre. Del centro
del escarnio y de la indignación. Desde la circunstancia
de mi gran compromiso, vive como es posible
esta luz que suscribo.

Un mundo para todos dividido, 1971.


Miguel Labordeta

Sin título, de Joan Ponç

El poeta aragonés Miguel Labordeta (1921-1969) es uno de los principales valedores del surrealismo durante la posguerra. Su poesía es anticonvencional y desgarrada.

ESCRIBO PARA NO MORIRME DE PENA

Escribo para no morirme de pena
para no ahogarme en esta sed de asesinar
que cubre las horribles tardes onanistas
de los afanosos alojos de los cines.
Daría mi sed y mi apellido
por un beso tan solo…
pero sólo hay saliva bajo el ardiente
pluscuamperfecto de lo humano.
Me daría por un dios dulce
que me hiciera agonizar en la luz
pero el jinete negro de mis sueños
me invita a la feroz destrucción
de la forma sangrienta de los sepulcros.
Por no entregarme a él, tan verdadero… escribo, hablo,
me devoro en mi propia locura de ser hombre.

De la época de Viento idílico y Transeúnte central, 1949-50.