Categoría: Literatura uruguaya

Saúl Ibargoyen

Kibutz, de José Gurvich

La poesía torrencial, proteica y transgresora de Saúl Ibargoyen (Uruguay, 1930) indaga en las “atmósferas estremecidas” del mundo contemporáneo, ese “gran cambalache espiritual, estético e ideológico”.

ARTE POÉTICA

Recojo largas
notas de tango
que suelen caer de los balcones,
y el hambre de tantos perros
que surcan su olvido
de calles y nombres.
Estoy atento al desempeño
que entiendo corresponde
a mi esperanza,
que aunque la nombre apenas,
como al paso,
es quien me empuja
y me distrae
del sopor, del humo,
del sucio latido de la vida.
Tomo nota, además, de mi cuerpo:
invento un río
que entre piel y hueso
va creciendo,
e incluyo estos instantes
en que el mundo
declina su pasión
y me alimenta.

Pasión para una sombra, 1959.


Jorge Meretta

Casco de estancia, de Jorge Damiani

El erotismo, la creación poética o el paso del tiempo son los motivos que vertebran la poesía de Jorge Meretta (1940). Por su lenguaje denso y depurado en el tratamiento de estos temas universales, es considerado como uno de los poetas clásicos contemporáneos del Uruguay.

ENCIENDO LA LUZ…

Enciendo la luz
para escribir
y sólo arden palabras ya vividas
en el falso fuego de una lámpara.

Creí decirlo todo y es engaño.

Toda la claridad en sólo un ojo ciego.

Ritual de la palabra, 1998.


Ricardo Paseyro

Naturaleza muerta constructivista con jarro, de Augusto Torres

Para el uruguayo Ricardo Paseyro (1925-2009), la verdadera poesía nos abre una puerta hacia lo inefable y, a la vez, nos despierta a la visión de lo oculto. Su lenguaje es transparente, de una difícil y cristalina simplicidad.

POESÍA

Inútilmente peregrino, viajero
de los infiernos, voy en llanto, en niebla,
busco la lumbre de la tierra, el signo
del infinito, el sortilegio, y siento
que una luz embrujada me traspasa,
lumbre de perfección, luz absoluta,
torbellino más bello que la muerte.
Cerrado círculo de fuego,
inasible frontera fulminante
que me llama y me tiende su alto abismo
devorador, su tenebrosa
belleza que destruye las palabras
y los cantos y todo espejo humano,
cerrado círculo de fuego,
¿por qué tentar mi inanimada arcilla,
hipnotizar mi soledad, llamarme
al último horizonte,
por qué hacer estallar mi corazón
en pedazos del sol, en ciegas chispas
y en temblorosos rayos dividirme?
Mortal imán sagrado
que me quema los ojos y la vida,
Dios poderoso que arrebata el alma,
voy en llanto y en niebla hacia su límite,
hacia el límite ardiente en que fulgura
inasible y callada, Poesía.

El costado del fuego, 1956.


Ulalume González de León

Bienvenida, de Arnold Belkin

Para la mexicana Ulalume González de León (Uruguay, 1932-2009), que reunió su poesía completa con el título de Plagios, todo está dicho en poesía. Escribir es, por tanto, un juego de variaciones: hacer que los “viejos asuntos” y las “pronunciadas palabras” adquieren nueva significación.

VOCES

El viento y las palabras no escarmientan:
siempre desenterrando caracoles
donde estrenar el viejo asunto
A sí mismos se plagian

Juegos (1968-1969), en Plagio I, 1973.


Cristina Peri Rossi

La poesía de Cristina Peri Rossi (Uruguay, 1941), intensa y experimental, acoge distintos acentos, entre ellos el erótico y el social. Su exigencia estética se traduce en un lenguaje sensual, provocador, musical, profundamente elaborado.

DISTANCIA JUSTA

En el amor, y en el boxeo,
todo es cuestión de distancia.
Si te acercas demasiado me excito
me asusto
me obnubilo digo tonterías
me echo a temblar.
Pero si estás lejos
sufro entristezco
me desvelo
y escribo poemas.

Otra vez Eros, 1994.