Etiqueta: poesía social

Roberto Fernández Retamar

Niña con muñeca de palo, de Alberto Korda

La poesía cubana de la revolución tiene en Roberto Fernández Retamar (1930) a uno de sus más ortodoxos representantes. Es uno de los fundadores del coloquialismo hispanoamericano.

ARTE POÉTICA PARA REGALAR

Rápido, denles la onda,
Díganles por dónde va la cosa:
No quieren quedarse atrasados,
Ellos, que las otras veces
Llegaron tarde a las palabras,
Y cuando lo de la mierda
Andaban todavía por los lirios;
Háblenles de la maraña,
Que seguramente tendrán listo en media hora
El poema contra la burocracia,
Contra los que discriminan a los otros
(Ahora que ellos no tienen dónde
Excluir también a los otros);
Rápido, denles la onda,
Ayúdenlos a lograr ese poema
Salvaje, audaz,
Apenas
Atrasado.

Uno escribe un poema, 1949-69.


Rafael Morales

S/T, de Francisco Lozano

El primer libro de poemas del toledano Rafael Morales (1919-2005), Poemas del toro (1943), se inscribe dentro de la tendencia garcilasista de la inmediata posguerra, que abandonará pronto. Sus siguientes creaciones reflejan con un tono de angustia existencial el sufrimiento de los desposeídos.

EL POEMA

He aquí que voy escribiendo
huellas de un caminante
hacia el olvido,
palabras que se quedan
yertas sobre el papel.
Sólo un silencio azul
tras el leve rumor de la escritura,
aventura florida,
muerta al tocar la luz.

Voy dejando mi vida
sobre el breve refugio
del papel sorprendido,
sola en la soledad
de los renglones,
muerta en un mapa
de heladas cicatrices.

Lector,
hermano mío,
necesito tus ojos
y tu voz
y su sangre
para vivir de nuevo
tras la pequeña muerte
que habita en mi poema.

Entre tantos adioses, 1993.


Javier Heraud

Pescador, de Oscar Allain

El poeta guerrillero peruano Javier Heraud (1942-1963) tenía sólo 21 años cuando murió acribillado por las fuerzas del orden, convirtiéndose en una de las leyendas vivas del Perú. Contribuyó con sus versos a limpiar de retórica la poesía de su tiempo.

ARTE POÉTICA

En verdad, en verdad hablando,
la poesía es un trabajo difícil
que se pierde o se gana
al compás de los años otoñales.

(Cuando uno es joven
y las flores que caen no se recogen
uno escribe y escribe entre las noches,
y a veces se llenan cientos y cientos
de cuartillas inservibles.
Uno puede alardear y decir
«yo escribo y no corrijo,
los poemas salen de mi mano
como la primavera que derrumbaron
los viejos cipreses de mi calle»).
Pero conforme pasa el tiempo
y los años se filtran entre las sienes,
la poesía se va haciendo
trabajo de alfarero,
arcilla que se cuece entre las manos,
arcilla que moldean fuegos rápidos.

Y la poesía es
un relámpago maravilloso,
una lluvia de palabras silenciosas,
un bosque de latidos y esperanzas,
el canto de los pueblos oprimidos,
el nuevo canto de los pueblos liberados.

Y la poesía es entonces,
el amor, la muerte,
la redención del hombre.

Poemas de Rodrigo Machado, 1961.


León Felipe

leonfelipe

Al margen de la poesía deshumanizada de su generación, los versos del zamorano León Felipe (1884-1968) se caracterizan por su tono profético y su contenido político.

PRECEPTIVA POÉTICA

I

Poesía…,
tristeza honda y ambición del alma…
¡cuándo te darás a todos… a todos,
al príncipe y al paria,
a todos…
sin ritmo y sin palabras!…

II

Deshaced ese verso,
quitadle los caireles de la rima,
el metro, la cadencia
y hasta la idea misma…
Aventad las palabras…
y si después queda algo todavía,
eso
será la poesía.

III

Más bajo, poetas, más bajo…
hablad más bajo
no gritéis tanto
no lloréis tan alto
si para quejaros
acercáis la bocina a vuestros labios,
parecerá vuestro llanto
como el de las plañideras, mercenario.

IV

Y si el verso
poetas cortesanos
si el verso como el hombre
no fuese de cristal
sino de barro.

Versos y oraciones del caminante, 1917.


Roberto Sosa

Los desposeídos, de Ezequiel Padilla

La del hondureño Roberto Sosa (1930-2011) es una poesía social, política y de protesta. Sin embargo, está libre de la retórica gracias a su inmediata apelación a la inteligencia del lector a través de la precisión de su diseño y la persuasión moral de su alegato.

ESTA LUZ QUE SUSCRIBO

Esto que escribo
nace
de mis viajes a las inmovilidades del pasado. De la seducción
que me causa la ondulación del fuego
igual
que a los primeros hombres que lo vieron y lo sometieron
a la mansedumbre de una lámpara. De la fuente
en donde la muerte encontró el secreto de su eterna juventud.
De conmoverme
por los cortísimos gritos decapitados
que emiten los animales endebles a medio morir.
Del amor consumado.
Desde la misma lástima, me viene.
Del hielo que circula por las oscuridades
que ciertas personas echan por la boca sobre mi nombre. Del centro
del escarnio y de la indignación. Desde la circunstancia
de mi gran compromiso, vive como es posible
esta luz que suscribo.

Un mundo para todos dividido, 1971.